miércoles, 21 de abril de 2010

Anoche recibí un mail de Raúl en el que no hacía ninguna referencia a mi visita a Alcalá: "Normalmente nos hablan de algunas personas por su incapacidad para acabar aquello que han decidido comenzar. Mi padre en eso era un auténtico maestro. Su problema surgía un poco antes, precisamente cuando había de pensar en el comienzo: era absolutamente incapaz de empezar cualquier cosa que él pudiera considerar mínimamente importante. Sin pretender que entiendas que esto es una mal velada confesión de su identidad, no quiero que pases por alto que la lectura de dos de los relatos de Enrique Ruiz me recordó esa curiosa virtud. Uno de ellos comienza exactamente igual que el primero de los cuentos de Vals de Mefisto de Sergio Pitol, el segundo arranca desde el primer párrafo de una de las crónicas de Cuadros de costumbres del siglo XXI de Alberto López. Ninguno de los dos parece tener mucho valor más allá de esta anécdota".
Ya eran casi las dos de la mañana cuando di con "Al abrir el bolso de mano", el relato pitoliano de Ruiz; sin embargo, no hay rastro del segundo de los cuentos mencionados por Raúl. Quizá se trate de un juego más: quizá decida escribir a Alberto: quizá decida hacer cualquier otra cosa...

No hay comentarios:

Publicar un comentario